jueves, junio 24, 2010

Aplausos


Me parece que fue en 1999, cuando Homero Carvalho y yo nos dimos a la tarea de revisar la hemeroteca buscando artículos de comienzos del siglo XX y que nos dieran una idea de cómo era la vida cotidiana por esos tiempos. Sin duda, la experiencia fue sorprendente.

Uno de los pasajes singulares que descubrí en medio de las publicaciones del periódico “El Trabajo”, no puede menos que ser difundido, acaso con la vana esperanza de penetrar el espíritu de la época.

Se trata de dos artículos, uno publicado el 18 de septiembre de 1905 (sin título) y el otro el 18 de noviembre del mismo año con el ribete “Vuelo a la eternidad con descención al suelo”, es decir exactamente dos meses después.

Quien lea con atención podrá descubrir la ligereza de la crítica, el espectáculo popular, la envidia, el riesgo, el siempre potencial crimen y la muerte.


18/09/1905

Un imparcial que responde al nombre de Amador González, principal payaso de la compañía de aprendices (campestre), pretende desmentir lo aseverado por “El trabajo” respecto de la pésima exhibición de la función acrobática del domingo10, asegurando en un remitido publicado en “La Ley” que la payasa y el chiquitín fueron acaloradamente aplaudidos por el público. Los payasos quizás han creído que en esta capital se aplaude a pedradas, como realmente los concurrentes lo hicieron en las espaldas de los aprendices, gritando en voz alta: Caballeros devuelvan la plata...
Si el remitente cree que eso es aplauso ya vendrán otros domingos para que le rompan la tutuma a ladrillazos.

18/11/1905
Vuelo a la eternidad con descención al suelo

Un gran gentío atestaba la plaza en la tarde del lunes de la presente semana, esperando una exhibición acrobática del desgraciado clown Amador González, que debía consistir en el VUELO RÁPIDO que en pasados días verificó con tanta felicidad y aplausos todos esperaban la repetición de esa peligrosísima prueba, admirando tanto la “Sangre Fría” de González, cuanto la extrema indiferencia de las autoridades policiarias encargadas de inspeccionar espectáculos públicos, quienes no tomaron ni la más pequeña medida de precaución.
Pocos instantes después, el deseo de expectación cámbiase en exclamaciones de terror, porque desgraciadamente se rompe la cuerda, y en consecuencia el desdichado artista González, cae de una altura de más de quince metros estrellándose en la plaza.

Al respecto se han hecho diversas conjeturas, llegando hasta sospecharse que alguna mano criminal haya cortado la cuerda. El fiscal ha requerido la indagación de la especie.

Sea ello lo que fuere, se da este triste ejemplo de un sacrificado por el dios Pan, a muchos de esos aventureros del arte que pudiendo vivir de un cómodo y remunerado trabajo se dedican a tan desesperadas tareas.

jueves, junio 17, 2010

El gol y la coherencia cuántica

Hace uno días oí hablar de los fenómenos de la coherencia cuántica. Al respecto se dice que se conocen formas de interacción extrañas entre enjambres de organismos independientes, tales como insectos o pájaros, y entre enjambres de células en tejidos que parecen unidos por fenómenos de coherencia cuántica.

Aplicado a los seres humanos podríamos inferir que la coherencia cuántica es algo así como cuando todo el mundo es conmovido por un solo sentimiento, y produce un sonido interior que recordaría a los cantos que derribaron las murallas de Jericó. No el mismo pero en sentido inverso, cuando cayeron las torres gemelas, el mundo actual, totalmente comunicado, pudo sufrir el desastre al unísono, creando una conmoción, afectando no solo nuestros satélites artificiales sino quién sabe qué delicadas estructuras moleculares en impensables partes del universo.

Últimamente, el mundo se encuentra conectado de tal manera que el vuelo de una luciérnaga en la China, detectada oportunamente por un periodista avezado, que, además, con un poco de fortuna y otro escándalo, puede hacer que muchísimos otros periodistas, o agentes mediáticos desplieguen una parafernalia de comentarios, opiniones, foros, debates, protestas, y otros instrumentos masivos, creando caos que no necesariamente es producto de la famosa Teoría del Caos, sino de un caos mediático.

Si esto podría suceder con una bellísima pero común luciérnaga, ¿Qué se habrá creado a causa del llamado campeonato mundial de fútbol? ¿Qué coherencia cuántica sucede cuando se estalla en un gol?

Cada casa, oficina, viandante, prostituta, sacerdote, diputado, obrero, seductor, artista, estibador o portero y hasta el celoso protector público vivirá pendiente de cada partido.

Nadie duda que el fútbol convoca, hemos nacido con él, porque es asombrosamente humano, donde el error que produce la injusticia es parte del juego, que los millones de espectadores no podemos modificar, entonces el mundo se maneja con los pies, pero con maestría, para terminar gloriosamente en un toque de balón, una cabeza, una cabriola, una mágica picardía, y es claro, un gol, para compilarse o no, pero gol al fin que todos festejan, y si gritan gritan, coherencia cuántica, nadie se ofende, y si lloran lloran y se pasan los minutos en una agonía de años. Noventa años y tres minutos adicionales para ser exactos.

miércoles, junio 09, 2010

Atrevimiento

El escribir es el acto más atrevido que existe. No podemos aquilatar el poder de lo que queda escrito y por cuánto tiempo permanecerá, acaso abriendo las almas de los lectores como latas de sardina, o, por el contrario –musa ten piedad, alienta mis palabras- iluminando algunos días para victoria de la conciencia humana.

Habrá que cuidarse pues de no ser un desquiciado con la espada de doble filo en la mano, cortando por aquí y por allá, en todos los cuerpos.
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