Elegía por Chico muriendo
Publicamos el poema del poeta Manoel Herzog, "Elegía por Chico muriendo" traducido por Gary Daher:
ELEGÍA POR CHICO MURIENDO
Manoel Herzog
Chico se está muriendo, sus piernas ya no marchan
colgado, el cangrejo tiene ocho
y todavía se comió las dos de mi amigo.
ya no come, solo piel y huesos,
la muerte se apodero de su cuerpo
y su espíritu, ese es sólo muerte.
Chico se está muriendo, sus piernas ya no marchan,
su familia desapareció, apenas yo como amigo,
que Chico era un tipo muy raro
igual que yo, por eso somos amigos.
Chico se está muriendo, sus piernas ya no sienten,
estaba así desde hace veinte días
cuando me fui de viaje, pensé, no lo veré
a Chico cuando vuelva, pero está ahí.
Chico se está muriendo, que triste es, pienso,
ver ir a un amigo, y es como nosotros
que nos estamos yendo, me estoy haciendo viejo
enterrar a un hermano ya es un hecho pedestre.
pero no puedo llorar, no sé, creo
que realmente me convertí en un cínico insensible
y, pienso, hombre, Chico está jodido
o, pienso así, que bueno que no se trata de mí.
no sé cómo reaccionar ante el hecho,
no sé, realmente no sé, ¿por qué no lloro?
ni siquiera estoy triste, furioso, no siento nada.
a veces pienso así, si fuera un hijo,
o mi madre, mi padre, no sé, me desesperaba,
agarré un odio a Dios, Ese canalla
que se lleva a los míos lejos, por despecho.
pero cuando veo a Chico me gusta dios
creo que es sabio, hace lo correcto,
Chico tiene, quizás, que pasar por esto.
y aun cuando Él toma a los míos
no diré que lloro, de los que arriba
nombré, solo mi padre es el que ya se fue al pantanal.
y mi abuelo también, que ese fue un padre.
y ni siquiera así le agarré odio a Dios
cuando los llevó de aquí al gran pantanal
y ni siquiera lloré así, ni aun en el entierro,
me quedaba así como soy ahora,
cínico-duro-frío frente a los hechos.
El enfermero de Chico entonces me mira
le pregunto si aún le queda un cigarrillo
me dice que no, pero que, si quiero, lo compra.
Te doy diez reales, tráeme una cajetilla,
una bomba muy dañina, para ver si me muero
del mismo cáncer de pulmón que Chico.
me trae, le ofrezco uno, lo rechaza,
"estos son fuertes, no me gustan"
pero este es el que quiero, te mata, te despacha.
Enciendo uno y se lo ofrezco a Chico.
que ríe, ya no quiere, que ahora se marea
las que teníamos para fumar ya se fueron,
hemos pasado años buscando la punta de una colilla
colectivo de trabajadores pobres
de casqueros que se van hacia la fábrica de acero
y largan el pucho, subiéndose al ómnibus.
Así que fumo solo, solo por ira,
pidiéndole a Dios que no me dé un cáncer menor,
pero Dios, no me hace nada en el pulmón,
mándame, sádico, otra urticaria,
solo una gastritis feroz es la que me ataca
y me dan ganas hasta de vomitar
para que mi garganta deje de arder
Dios no me manda un cáncer, como lo hizo con Chico,
Dios es un canalla, escribe en renglones torcidos.
Yo, viendo la sabiduría de Dios,
y viendo la dulce muerte rondando el cuarto,
y al ver a este enfermero impermeable,
entro en una comunión con el todo
y la presencia de Dios me invade y siento
que puedo ser el Salvador del mundo.
Entonces reúno toda la reserva de energía,
de fe, de sensatez, de fuerza, de sexo,
y decreto al amigo moribundo:
"Lázaro-Chico, anda, levántate y anda".
y la Gran Nada se ríe de mi fe.
y un poeta francés susurra dulcemente:
"c'estpaspossible, frère, ne marchentpas."
Chico se está muriendo, sus piernas ya no marchan,
el enfermero me dice, "De hoy no pasa"
Yo creo que se va, que Chico se apega
se enfada con su hermano, cree que le roba,
pero, Chico, ¿y si roba?, qué puede importar.
pero Chico esta apegado, ella no lo suelta
de cosas, de la conversa, de gatos, de vida,
creo que Chico pasa, sí, pero de hoy.
Lo cierto es que mucho más allá no irá.
y le pido a Dios, si puede, que lo abrevie
pero Dios, canalla, juega al gato y al ratón.
no sé por qué, solo sé que Dios es sabio,
Solo sé que Chico pronto superará esto.
no sé si es para mejor, pero Chico lo superará
las piernas marcharán en el gran pantano.
y yo me quedaré por aquí un poquito más.
yo me quedo aquí, estropeando, temblando y caminado.
Tr. Gary Daher