viernes, marzo 17, 2006

Patitos de goma

El curso no es demasiado pequeño. Adentro los niños juegan con globos. Una pizarra reza “Feliz día papito”, y los padres, desperdigados en los pupitres, esperan. Yo, que soy impaciente, quiero irme, me irrita estar entre gente extraña, detesto aún más tener que comer de manera incómoda en estas pequeñas mesas de madera donde apenas se cabe. Los pequeños corren de un lado a otro, la maestra los amonesta, nadie escucha. Entonces quiero recuperar las imágenes de mi infancia. Puede que cuando niño no hubiese tenido conciencia de cómo me sentía en la escuela, siempre obedeciendo sin chistar, siempre un niño bueno. Dolorosa memoria esa, ya que un niño bueno -como en una pesadilla llena de patitos de goma, diabólicos y agresivos- es un niño infeliz.

1 Comments:

Blogger elojosinpaz said...

la que va a los festejos del día del padre soy yo... y es una experiencia bastante peculiar tener a unos 25 hombres en el mismo curso... mirandote como un ser extraño... y sonriendo, no sabes si te galantean o se burlan de vos... En fin..

PD.- y lo de Cátulo en qué quedó?
Un beso.

7:48 p.m.  

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