Crear un lenguaje de cuerpo intenso, rara belleza e insólitas formas; oscuro y vivo como acaso sea lo profundo del mar.
viernes, febrero 24, 2006
El suplantador
Nadie sabe quién habita su propio interior, quién ha ocupado cada una de sus laberínticas vísceras, los labios y las uñas, el imposible de imaginar, lugar del pensamiento, la almendra del alma, y desde allí, espléndido suplantador, habla y habla.
Yo habito mi propio interior.Estoy seguro de eso.Voy y vengo como Pancho por su casa.Soy el dueño, el amo de mi habitación.Y sería estupendo, si ese hijo de puta que está en mi exterior y que se cree el propietario de todo, no pretendiera hora a hora, día a día, sacarme, callarme,matarme.
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Yo habito mi propio interior.Estoy seguro de eso.Voy y vengo como Pancho por su casa.Soy el dueño, el amo de mi habitación.Y sería estupendo, si ese hijo de puta que está en mi exterior y que se cree el propietario de todo, no pretendiera hora a hora, día a día, sacarme, callarme,matarme.
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