Sinestesia
Música en base a la partitura que se muestra. Autor: Ricardo Luna
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Ada Esquirol Ríos, bella diseñadora boliviana que vive en Burdeos, Francia, presentará el 20 de junio de este año su tesis de comunicación visual, titulada “Sinestesia”.
Según Ada “el proyecto intenta demostrar, tal vez contra la corriente, que la música se puede ver. Tomando como punto de partida la percepción de cada uno.”, de manera que ha distribuido cuatro partituras gráficas (En el mundo de la música –dice Ada Esquirol-, existen las llamadas partituras gráficas, es decir formas gráficas que no son las notas convencionales pero que cumplen la misma función que una partitura tradicional. Alguna vez en nuestras vidas hemos escrito música, tal vez era simplemente un sonido, pero sin saber escribir las notas hemos intentado hacerlo a nuestra manera. Ada Esquirol escogió la tipografía Didot para tener una línea conductora.). Estas partituras fueron entregadas a distintos músicos que las interpretaron a su manera, desarrollando sendas composiciones, apropiándoselas. Creada de esa manera la música, ésta fue enviada, a su vez, a varios escritores, que debían crear textos inspirados en esa música. Los textos retornaron a Ada, que cerrará el círculo con la elaboración de ilustraciones que dibujarán las historias escritas con símbolos similares a los de las partituras de un principio.
A mí me tocó una de aquellas partituras y su correspondiente composición musical. El resultado fue el texto que copio a continuación.
Oraje
La habitación es enorme y vacía. Sobre la cama de una plaza descansa el revolver preparado. Nada detiene el dolor. El dolor es como una escena de otro mundo, pero permanece adentro de mí; ya no como aguja, sino como la ruptura de un sonido, el mismo sonido que hacía mi sombra al encontrarte. Todavía resuena en mí la luz de tus ojos –constantemente líquidos-, color del topacio dorado. Todavía en mí, maldita.
Tus labios vuelven, tus labios como el verano incendiándolo todo para caer en tu espantoso invierno, apagándolo todo. Puedo sentir cómo creía ver entre tu piel y la mía la danza del amor, cómo hacía cabriolas buscando en las cavernas de nuestras horas la saliva vital y el aliento feroz de las almas en pena.
Ahora, ninguna memoria tiene sentido. Calla. Es momento del silencio: el apagón espera, mi cuerpo espera, el golpe final del martillo.
Según Ada “el proyecto intenta demostrar, tal vez contra la corriente, que la música se puede ver. Tomando como punto de partida la percepción de cada uno.”, de manera que ha distribuido cuatro partituras gráficas (En el mundo de la música –dice Ada Esquirol-, existen las llamadas partituras gráficas, es decir formas gráficas que no son las notas convencionales pero que cumplen la misma función que una partitura tradicional. Alguna vez en nuestras vidas hemos escrito música, tal vez era simplemente un sonido, pero sin saber escribir las notas hemos intentado hacerlo a nuestra manera. Ada Esquirol escogió la tipografía Didot para tener una línea conductora.). Estas partituras fueron entregadas a distintos músicos que las interpretaron a su manera, desarrollando sendas composiciones, apropiándoselas. Creada de esa manera la música, ésta fue enviada, a su vez, a varios escritores, que debían crear textos inspirados en esa música. Los textos retornaron a Ada, que cerrará el círculo con la elaboración de ilustraciones que dibujarán las historias escritas con símbolos similares a los de las partituras de un principio.
A mí me tocó una de aquellas partituras y su correspondiente composición musical. El resultado fue el texto que copio a continuación.
Oraje
La habitación es enorme y vacía. Sobre la cama de una plaza descansa el revolver preparado. Nada detiene el dolor. El dolor es como una escena de otro mundo, pero permanece adentro de mí; ya no como aguja, sino como la ruptura de un sonido, el mismo sonido que hacía mi sombra al encontrarte. Todavía resuena en mí la luz de tus ojos –constantemente líquidos-, color del topacio dorado. Todavía en mí, maldita.
Tus labios vuelven, tus labios como el verano incendiándolo todo para caer en tu espantoso invierno, apagándolo todo. Puedo sentir cómo creía ver entre tu piel y la mía la danza del amor, cómo hacía cabriolas buscando en las cavernas de nuestras horas la saliva vital y el aliento feroz de las almas en pena.
Ahora, ninguna memoria tiene sentido. Calla. Es momento del silencio: el apagón espera, mi cuerpo espera, el golpe final del martillo.
2 Comments:
auch. eso. eso! un aire de esos que nos apuñala, un sonido agudo que entra cada vez que alguien logra atravezarnos.
Que deli es poder sentir todo eso a partir de interpretaciones, persepciones de colores y formas, música que sale de un papel y que vuelve a él transformado en palabras. Al propósito el músico es Ricardo Luna, y yo no soy Ada Ríos Esquirol,je je, soy Ada Esquirol Ríos, aunque mi madre se siente muy honrada de que la hayas puesto en primer lugar.
Gracias miles, y aquí te dejo en mi blog para que veas lo que se hizo por ahora. las otras particiones con las otras canciones. y el proyecto completo ya irá apareciendo pronto
saludos
ada
Ada, mea culpa lo de tu apellido, sucede que inconscientemente siento que eres como una gran vertiente, como muchos ríos. Ya está corregido, también, como corresponde, hemos incluido el nombre del autor de la composición, cosa que yo desconocía.
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