Cuando todo se acabe ya no habrá importado qué sabor hubiera tenido tu boca, si me hubieras querido o me hubieras odiado. Un humo con olor a carbones viejos vendrá en lugar de tu ombligo. Ya ves, mujer, cuando todo se clausure, no tendrá ningún sentido la palabra cielo.
1 Comments:
¡Claro!, qué va a importar ya nada, cuando todo se acabe, si hubo reciprocidad de sentimientos o no, nada, ¡Qué filosófico!
Abrazos
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