POEMA DE EZRA POUND: NA AUDIART
Cómo no replicar este hermoso poema de la juventud de Ezra Pound, publicado en 2018 en el libro "Ezra Pound:: Primeros poemas (1908-1920)". en la traducción de Rolando Costa Picazo
NA AUDIART
Que be-m vols mal
NOTA: Cualquiera que haya leído algo sobre los trovadores conoce bien la historia de Bertran de Born y la dama Maent de Montaignac, y conoce también la canción que él compuso cuando ella no quería saber nada de él, la canción en la que, tratando de encontrar o hacer alguien igual, él le pide a todas las damas eminentes de Langue d’Oc un rasgo o algún buen parecido: así, de Cembelins pide su “esgart amoros,” es decir, su mirada amorosa, de Aelis su facilidad de palabra, de la vizcondesa de Chales su garganta y sus manos, en Roacoart, de Anhes su cabello tan dorado como el de Isolda; y de esta manera, de Lady Audiart, “aunque solo le deseaba el mal,” buscó y elogió la líneas de su torso. Y todo esto para hacer “Una dompna soiseubuda,” una dama prestada, o como traducen los italianos, “Una donna ideale.”
Aunque tú me deseas el mal
Audiart, Audiart,
donde empiezan los cordones de tu corpiño
como dedos de hiedra que se agarran a través de
sus fisuras,
Audiart, Audiart,
majestuosa, alta y encantadoramente tierna
¿quién ha de emitir
Audiart, Audiart,
elogios dignos de tu distinción?
¡Vaya un beso de palabra!
Paso
a la dama “Miels-de-Bien,”
luego de ponderar la forma de tu faja
que se pliega por detrás;
no abrigo esperanza
de que tú vayas a ….
No, ni una pizca
de ti reserves para nada.
Solo una palabra de alabanza, niña,
tan solo por el remolinear
que hacen tus satenes en la escalera,
pues jamás hubo una tacha
donde tu torso y piernas se unen
aunque me odias, léelo escrito
en rosa y oro.
O cuando el trovador, en la mitad del cuento,
irrumpe en elogio a las palabras de
“Audiart, Audiart” …
Bertran, dueño de sus canciones,
Bertran de Aultaforte tu elogio
empieza, y aunque me odias,
sí, aunque me deseas el mal,
Audiart, Audiart,
Tu hermosura queda aquí escrita, hasta que,
Audiart,
hasta que vuelvas de nuevo.
Y cuando camines doblada y arrugada, en una forma
imposible de pintar, cuando el tibio
rocío de la juventud se enfríe
en tus manos, y tu alma vieja
desdeñando un nuevo deformado bastidor,
intratable por semejante extravío,
encuentre la tierra tan amarga
como dulce te parece ahora,
que eres tan joven y hermosa
como es posible ser solo en sueños,
cuando se es joven y deformada,
despojada del antiguo orgullo,
entonces te ablandarás,
sabiendo, yo no sé cómo,
que una vez fuiste
Audiart, Audiart
una por cuya belleza alguien te perdonó
Audiart, Audiart
Que be-m vols mal.
Pound. (2018). Ezra Pound: Primeros poemas (1908-1920). Trad. Rolando Costa Picazo. Valencia: Publicacions de la Universitat de València
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